Smartphones y tablets.
Los dispositivos móviles son una parte casi imprescindibles de nosotros mismos. Todos estos dispositivos no sólo almacenan nuestros contactos, sino mucha otra información personal. Por esa misma razón debemos tener cuidado y protegerlos. Para ello podemos instalar un antivirus para evitar los programas maliciosos que nos pueden afectar. A su vez hay que tener cuidado con las estafas. Hay que tener precaución al conectarse a wifi públicas y a otros dispositivos de Bluetooth. Y como información extra para proteger nuestro dispositivo, hay una aplicación para los dispositivos Android llamada CONAN mobile que te permite conocer el estado de seguridad de nuestro celular.
La mayor parte de los virus se ¨meten¨ en nuestros dispositivos móviles a través de descargas de aplicaciones de sitios web que no son los canales recomendados. En la medida de lo posible, hay que hacer uso de las tiendas oficiales: App Store para dispositivos iOS y Play Store para dispositivos Android.
Si descargamos aplicaciones de cualquier otra fuente, corremos el riesgo de instalar aplicaciones maliciosas sin ser consciente de ellos. Para evitar situaciones desagradables podemos descargar nuevas aplicaciones solamente a través de los canales oficiales de los fabricantes, verificar la reputación de la aplicación, es decir echar un ojo a la valoración que tiene una app, viendo los comentarios de los usuarios, y mantener el terminal y las aplicaciones actualizadas.
Las estafas se van viendo cada vez más ya que el uso de los smartphones y tabletas va aumentando. No obstante, existen diferentes soluciones para evitar estos problemas como por ejemplo los siguientes: Hay que permanecer alerta ante cualquier sospechoso y no deberíamos responder nunca por SMS a un número de teléfono que no conocemos. A su vez, no deberíamos devolver las llamadas perdidas de números desconocidos. Si alguien se quiere comunicar con nosotros, volverá a llamar. Por último, si creemos que estamos siendo víctima de algún tipo de estafa, deberíamos contactar con nuestro operador de telefonía.
Los aparatos que ya hemos nombrado anteriormente son objetos caros y sobretodo de poco tamaño, por lo que no es difícil que lo perdamos o nos lo roben. Obviamente, esto provoca una pérdida económica y de nuestra información. Por consiguiente, si nos vemos sometidos a dicho problema, podemos prevenirlo. Debemos proteger nuestro dispositivo a partir de un PINo un patrón de desbloqueo o una contraseña. También podríamos apuntar el IMEI del dispositivo, para así poder solicitar que tu operadora inutilice el terminal en caso de robo. Asimismo, podemos instalar alguna aplicación de control remoto en los dispositivos. Finalmente, realizar copias de seguridad de la información que almacenas en el dispositivo viene bien ya que así no lo podemos perder.
Claro está que nuestros dispositivos necesitan una conexión por si queremos buscar información, contactar con alguien, etc. Podemos conectarnos a través de los datos móviles o por medio de una conexión a una red wifi. En este caso tenemos que ser precavidos por lo que no pueden resultar seguras y cualquier usuario conectado a la red con ciertos conocimientos podría hacerse con la información que estemos intercambiando. Podemos minimizar estos problemas si adoptamos ciertas precauciones: Evitar conectarnos a redes inalámbricas abiertas o que tengan un cifrado poco seguro. Desde una red pública nunca deberíamos acceder a páginas web bancarias ni a sitios donde sea necesario introducir un usuario y contraseña. Y por último si vamos a encender el Bluetooth, lo deberíamos de usar solo cuando vayamos a hacer uso de él y configurarlo para que no sea visible por otros dispositivos.
La mayor parte de los virus se ¨meten¨ en nuestros dispositivos móviles a través de descargas de aplicaciones de sitios web que no son los canales recomendados. En la medida de lo posible, hay que hacer uso de las tiendas oficiales: App Store para dispositivos iOS y Play Store para dispositivos Android.
Si descargamos aplicaciones de cualquier otra fuente, corremos el riesgo de instalar aplicaciones maliciosas sin ser consciente de ellos. Para evitar situaciones desagradables podemos descargar nuevas aplicaciones solamente a través de los canales oficiales de los fabricantes, verificar la reputación de la aplicación, es decir echar un ojo a la valoración que tiene una app, viendo los comentarios de los usuarios, y mantener el terminal y las aplicaciones actualizadas.
Las estafas se van viendo cada vez más ya que el uso de los smartphones y tabletas va aumentando. No obstante, existen diferentes soluciones para evitar estos problemas como por ejemplo los siguientes: Hay que permanecer alerta ante cualquier sospechoso y no deberíamos responder nunca por SMS a un número de teléfono que no conocemos. A su vez, no deberíamos devolver las llamadas perdidas de números desconocidos. Si alguien se quiere comunicar con nosotros, volverá a llamar. Por último, si creemos que estamos siendo víctima de algún tipo de estafa, deberíamos contactar con nuestro operador de telefonía.
Los aparatos que ya hemos nombrado anteriormente son objetos caros y sobretodo de poco tamaño, por lo que no es difícil que lo perdamos o nos lo roben. Obviamente, esto provoca una pérdida económica y de nuestra información. Por consiguiente, si nos vemos sometidos a dicho problema, podemos prevenirlo. Debemos proteger nuestro dispositivo a partir de un PINo un patrón de desbloqueo o una contraseña. También podríamos apuntar el IMEI del dispositivo, para así poder solicitar que tu operadora inutilice el terminal en caso de robo. Asimismo, podemos instalar alguna aplicación de control remoto en los dispositivos. Finalmente, realizar copias de seguridad de la información que almacenas en el dispositivo viene bien ya que así no lo podemos perder.
Claro está que nuestros dispositivos necesitan una conexión por si queremos buscar información, contactar con alguien, etc. Podemos conectarnos a través de los datos móviles o por medio de una conexión a una red wifi. En este caso tenemos que ser precavidos por lo que no pueden resultar seguras y cualquier usuario conectado a la red con ciertos conocimientos podría hacerse con la información que estemos intercambiando. Podemos minimizar estos problemas si adoptamos ciertas precauciones: Evitar conectarnos a redes inalámbricas abiertas o que tengan un cifrado poco seguro. Desde una red pública nunca deberíamos acceder a páginas web bancarias ni a sitios donde sea necesario introducir un usuario y contraseña. Y por último si vamos a encender el Bluetooth, lo deberíamos de usar solo cuando vayamos a hacer uso de él y configurarlo para que no sea visible por otros dispositivos.
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