UNA PEGATINA QUE AYUDA A DETECTAR EL CORONAVIRUS.
Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos en esta pandemia está relacionado con la detección de síntomas y los kits de prueba en general, lo que hace que la cantidad exacta de infectados sea imposible de calcularse.
Los médicos no pueden desperdiciar estos kits en cualquiera que simplemente ingrese y lo solicite, ya que generalmente están reservados para casos más graves, y eso hace que se realicen muchos aislamientos sin ser necesarios, y que se permita circular a personas que no deberían estar circulando.
Ahora, los investigadores de la Universidad Northwestern han presentado su solución al problema: una etiqueta adhesiva que se puede usar en el cuello. Esta etiqueta contiene sensores que pueden transmitir información de forma inalámbrica a un dispositivo móvil, como un teléfono inteligente o una tableta, lo que a su vez podría proporcionar a los trabajadores de la salud información que podría ayudarlos a detectar el problema antes.
La pegatina realiza un monitoreo del área entre la garganta y el pecho, donde vigila cualquier respiración irregular o dificultosa, que es uno de los síntomas del coronavirus. También verifica si hay sonidos respiratorios sospechosos, controla el ritmo cardíaco y la temperatura de su cuerpo, necesario para identificar si hay o no hay fiebre.
El dispositivo no solo puede monitorear el progreso de los pacientes con COVID-19, sino que también puede proporcionar señales de advertencia temprana a los trabajadores de primera línea que tienen mayor riesgo de contraer esta enfermedad notablemente infecciosa. El dispositivo ofrece el potencial para identificar síntomas y detectar tendencias antes de que los trabajadores los noten, brindando así la oportunidad de tomar las medidas de precaución apropiadas y buscar pruebas adicionales lo más rápido posible.
Con esto se podrían detectar casos antes, y las personas podrían aislarse si el móvil les dice que efectivamente están enfermos. Alrededor de 25 personas afectadas comenzaron a usar los dispositivos hace dos semanas. Están siendo monitoreados tanto en la clínica como en el hogar, totalizando más de 1.500 horas acumuladas y generando más de un terabyte de datos.
Esto es un problema que va cada vez a más, por lo que hay que buscar soluciones de cualquier tipo para poder frenarlo y que hayan menos casos de COVID-19. Esta lucha es de todos y hay que contribuir con eso, tener en cuenta nuestras responsabilidades y ser por una vez en nuestra vida solidarios con todos nosotros, pensar en las demás personas y ser conscientes de lo que vayamos a hacer.
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